La Reconstrucción

Humanimal. Marc Cosdán

«Si pasas tiempo con los animales, corres el riesgo de volverte una mejor persona», Oscar Wilde.

El diccionario de la Real Academia de la lengua española no contempla esta palabra; Si el humano y el animal es lo mismo, y existe el transhumanismo; ¿podría existir el Humanimal?. Para que pueda englobarse dentro del diccionario y sea de uso cotidiano necesita, que el pleno de los académicos,  órgano encargado de tomar las decisiones que afectan al Diccionario, cuente con la ayuda del instituto de lexicografía entre otras comisiones, las cuales abarcan desde la técnica lexicográfica, la preparación del diccionario, armonización de las obras académicas, o el uso de la terminología lingüística, propuestas sobre el léxico de la zona donde se reside o de léxico americano de las academias.

Cada año nacen nuevas terminologías en este mundo informatizado, donde las redes sociales, webs… nos interconectan y hacen que las relaciones entre los humanos sean individualistas. Las distancias se han quedado relegadas a un clic. La fibra óptica que se extiende millones de kilómetros canaliza nuestros encuentros, en un mundo globalizado, que da la oportunidad de tener todo al alcance de tus manos.

Dentro de la jerga del nuevo vocabulario, un enter es suficiente para ir directo a un canal de información, eliminarte, pasar a otra página, ejecutar un comando u operación. Así de simple. Imbuidos por el entorno y su celeridad, caminamos entre escasas palabras, términos éticos y morales, que descoyuntan  algunas libertades e ideas, de un mundo, que más parece una carrera de relevos que de vida. Modificamos y usamos términos adaptados a las nuevas necesidades, examinamos sin suficiente pulcritud la información, nos creemos todo tipo de noticias, miramos sin lupa al nuevo mundo para morir desfasados entre teclas y tecnología.

El idioma español tiene 300.000 palabras o conceptos diferentes, pero en nuestra comunicación utilizamos con suerte unas 300. Variables según la especialización. Una persona culta e informada usa 500 palabras. Un escritor o periodista  usa 3.000 palabras. ¿De qué nos sirve la palabra? Si hacemos un análisis sintáctico de las oraciones que utilizamos veremos que en su construcción hay, un verbo que la rige, que puede contener un sustantivo, adjetivo, adverbio, conjunción, preposición, pronombre, interjección etc… con la cual comunicamos ideas y sentimientos. La palabra es la base de la comunicación humana.

La comunicación es un proceso que nos permite expresarnos, saber de nuestro medio, de las personas que nos rodena y nosotros mismos. De forma imperiosa desde que nacemos necesitamos comunicarnos, mantener una relación con quien nos cuida, recoger su amor y afecto. Crecer, desarrollarnos y ampliar nuestros conocimientos dentro de la experiencia que nos marca el camino que labramos, sin dejar de comunicarnos en ningún momento. La comunicación verbal, es el instrumento más importante para relacionarnos, es con el que establecemos contacto con otras personas.

Al nacer la no verbalización está sustituida por otro tipo de lenguaje. Los movimientos del cuerpo, gestos, tono de voz, llanto, actitud, el contacto físico… es el mejor medio para establecer lazos, aprender, desarrollarnos e imitar cuanto vemos. Somos esponjas del medio en el que nadamos en el mundo de la no verbalización.

La no comunicación llevaría al humano a graves problemas, como no aprender a hablar, a desarrollar la inteligencia, afectos y emociones. Seríamos parásitos sin dueño ni casa, hombres enjaulados en una esfera sin inquietudes, y sin saber manifestar porque estamos aquí y que debemos hacer en la vida.

El humano a lo largo de su existencia ha sufrido cambios en su manifestación verbal, propiciada por la cultura, ideas y descubrimientos, que fueron dados por el desarrollo de su córtex cerebral. La herencia cultural pasó de generación en generación modificándose a través de los milenios en formas de proceder diversas. La verbalización se desarrolló en lenguas diferentes.

Hace aproximadamente 10.000 años, los cambios climáticos en la tierra propiciaron que las poblaciones humanas comenzasen a ser sedentarias. Los cazadores y recolectores de antaño, dieron paso a que estas comunidades comenzasen a producir su propio alimento. Seguido de este suceso, diversos núcleos poblacionales iniciaron la domesticación de animales, como una nueva forma de vida que tuvo importantes consecuencias en el modo de vida.

Estas poblaciones de animales que surcaban los campos como silvestres, pasaron a tener dependencia del hombre, que las utilizó para su explotación y cuyo ciclo vital dejó de desarrollarse silvestre para serlo por completo en cautividad. El origen de la domesticación es muy diverso, surgido de manera independiente según regiones, acunada por época de una marcada estacionalidad climática, que provocó a la población a buscar nuevos métodos más eficientes para explotar los recursos. Estos períodos (inviernos fríos y veranos secos) provocaron que el humano hiciese rentable el cuidar y criar animales en vez de salir a cazarlos. Junto a este desarrollo evolutivo, lo fue también cognitivo, creando términos que verbalizaron, en un lenguaje complejo y sofisticado.

Desde este punto de necesidad (domesticar animales para satisfacer las necesidades alimenticias), hasta lo que actualmente ocurre en todo el mundo hay un abismo. El abastecimiento de carne para alimentar a millones de personas cada día, ha creado una industria descomunal que utiliza métodos a los que muchos hombres han puesto la voz de alerta, por el bienestar animal.

Si desglosamos la palabra ANIMAL en sílabas, A–NI–MAL y la del HU–MA–NO y hacemos una simbiosis, conseguiremos obtener una nueva palabra en nuestro diccionario. Nunca las dos han estado lejanas, son palabras que ligadas por los milenios han subsistido dentro de la atrocidad que la tendencia actual ha marcado en este superpoblado mundo. Un nuevo HU–MA–NI–MAL se ha generado en esta toxicidad de necesidad alimentaria, en una sociedad que quiere abastecer las necesidades de carne sin mirar las consecuencias del abuso.

¿Qué hemos conseguido con esto? 15.400 litros de agua para producir 1 kilo de ternera; 8.700 litros para 1 kg. de cordero; cerca de 6.000 litros para 1 kg. de cerdo y 4.300 litros para 1 kg. de pollo. ¿Hasta cuándo podremos mantener este ritmo? ¿Cuántos millones de kg de carne podemos producir en el mundo para abastecer el mercado? Hablando en cifras del 2009  a nivel mundial fueron producidas 272.7 millones. Solo en España La producción de carne  alcanzó una cifra récord en 2019, registrando un total de 7.248.529 toneladas de carne, lo que supone un incremento del +3,1% en comparación con 2018.¿Estos animales recibieron el trato adecuado para una muerte digna?

Gritar al aire, sin que se lleve las palabras, es un arma potente que ha de hacer visible el camino que siguen muchos animales día a día, en su ofrecimiento de vida porque otros sobrevivan. El Humanimal no debería dudar que el paso por esta vida de sus congéneres animales, aunque sean lejanos en el árbol de la evolución, podríamos poner como ejemplo una cabra, ha de ser digno, justo y con sentido. Un sentido que no solo sea el de alimentar al Humanimal, si no de ofrecer al animal un bienestar en su paso dentro de la cadena alimenticia que lo convertirá en un trozo de pechuga, lomo o jamón.

A diferencia de nuestros antepasados, las técnicas que hoy se utilizan para sacrificar a animales dentro de nuestra cadena alimentaria, son rudimentarias en algún momento. Ya que estamos dispuestos de una razón, entendimiento, lógica e inteligencia envidiable dentro del mundo animal, la máxima debería establecer ciertos parámetros que generaran un no sufrimiento a la hora de sacrificarlos. De ahí se parte hacia el concepto de bienestar animal que incluye:

  1. El funcionamiento adecuado del organismo (que estén sanos y bien alimentados).
  2. El estado emocional del animal (ausencia de emociones negativas como el dolor y miedo crónico).
  3. La posibilidad de expresar algunas conductas normales propias de la especie.

El denominado principio de las cinco libertades, el bienestar de un animal queda garantizado cuando se cumplen los cinco requisitos siguientes (FAWC, 1992;1993) (https://www.fawec.org) resumida en: ausencia de hambre, lesiones, buen confort, estado emocional positivo, no miedo ni estrés. Un nuevo concepto que ha de arraigarse en la mentalidad humana, y ofrecer a sus víctimas animales un final digno y sin sufrimiento.

Aun y así, a día de hoy sus formas de matar, siguen siendo cruel e insensible. Muerte por cuchillo hasta desangrarse (aturdidos por la descarga eléctrica se mantienen vivos), ser decapitados (pavos colgados de sus patas que pasan por una cuchilla que les corta la cabeza), sofocados, degollados, escaldados, desollados, azotados, triturados (pollitos macho), a golpes (de maza), electrocución y disparos en la cabeza. Si buscas toda esta terminología en el diccionario, te darás cuenta de la atrocidad a la que son sometidos. Deberíamos pensar, ya que tenemos la opción, de diseñar otras alternativas que fuesen menos agresivas.

El humano debería sensibilizarse en este aspecto y dar un paso de gigante hacia la solución de esta industria, que va en aumento. Del animal nos alimentamos, vestimos y se obtienen otros tantos subproductos. Su vida no debería pasar desapercibida, ya que su muerte es nuestra subsistencia.

Si el consumo es responsable, si la producción se acoge al término y tratamos a la vida como se merece podremos decir la cita que dijo en su momento Buda.

«Que todo lo que tenga vida sea liberado del sufrimiento».

Los pueblos sedentarios desarrollaron otra faceta de domesticación, la vegetal. Pasaron de ser recolectores a disponer de cultivos que cuidaban estacionalmente. Esto hizo que el humano avanzara a paso firme en este mundo hostil. A medida que la población crecía, los campos de cultivo comenzaron a extenderse para satisfacer la demanda de alimento. Vegetales y animales, caminaron de la mano sin distanciamiento. Un complemento alimenticio indispensable, para el desarrollo de culturas.

En nuestros días el veganismo comienza a ocupar un escalón importante en todo este movimiento, no solo por el maltrato animal. La presión a la que el humano los somete, en la alimentación, medicación etc…repercuten en el producto final. El rápido engorde para satisfacer la demanda rompe el equilibrio biológico. Este patrón también ocurre con los vegetales. El Humanimal que no come carne necesita comer vegetales. Para poder tener una producción suficiente y satisfacer las necesidades alimentarias, miles de hectáreas de bosque han de desaparecer. Es necesario producir suficiente soja que de origen a subproductos que abastezcan el mercado del veganismo. Eso unido a la necesidad de tener campos para el pastoreo, estamos ante un problema que gira sin solución ni miras, con el efecto colateral de arrasar, empobrecer y agotar las tierras. Exterminar especies arbóreas y diversidad biológica.

Las voces de alarma suenan desde hace tiempo. Y es correcto que se alcen y proclamen al viento cuanto de situaciones injustas ocurren ante los animales de los que nos alimentamos. En el hombre de a pie, comienza una andadura que puede desembocar en una alternativa de vida diferente a la que a día de hoy se da. Este movimiento de ficha, es jugado por las multinacionales, que acaban viendo un negocio en el mundo vegano permitido por los gobiernos. Nadie puede ni debe mirar a otro lado, ni siquiera los que nos sentamos cada día delante de un plato de comida proveniente de vegetales modificados o animales maltratados. Nunca antes la sobreexplotación había adquirido un sin sentido en ambas vertientes. ¿Animales o vegetales?.

La alta demanda de vegetales, para satisfacer el creciente consumo, ha dado su pistoletazo de salida. En la actualidad la modificación genética se ha implantado a todos los niveles. No solo los animales sufren las consecuencias de este acto, los vegetales como las matas de tomates que acaban en nuestras ensaladas, y las espigas de maíz, originalmente no eran como las conocemos. El ser humano ha ido domesticando las plantaciones para conseguir frutos más apetitosos, bonitos o resistentes a las plagas. Esta práctica tiene un problema: mientras se pone la atención  en que el producto tenga buen color, sabor, defensa ante las plagas… lo que deberíamos garantizar es que el producto final, una vez recolectado no pierda los beneficios originales.

La edición genética “CRISPR/cas” ordena una mutación concreta en el ADN de la planta, y modifica sus cualidades sin dejar rastro de haberlo hecho. En EEUU se lleva a la práctica, y hace que las frutas sean más sabrosas, bonitas, resistentes a las plagas. Lo que importa es obtener un producto suculento que no sea identificado a simple vista como modificados genéticamente.

El Humanimal ha derrotado a todos los sabores, que se han definido a lo largo de los siglos, y que la naturaleza cobijaba bajo producciones silvestres, que el hombre domesticó. La colonización del mundo ha llevado a cabo una domesticación animales y de las plantas, que nos aseguran una alimentación. En estos tiempos tan convulsivos, estamos acostumbrados a engullir esos alimentos que un día tuvieron un origen, sabor y color natural diferentes.

Las sorpresas que todo esto origina, no deben caer en el olvido. Estamos sujetos a consumir un determinado alimento, a no ser, que tu producción sea controlada por ti mismo (cultivo biológico). Es importante no mimetizar todos estos aspectos que al fin de cuentas repercuten en nuestro día a día. Los duros y las pesetas pasaron a la historia. Al igual que algunas transformaciones que ha sufrido la humanidad a lo largo de su existencia. Que este vaivén que nos deleita con un baile de pasos desacompasados nos enseñe a cambiar el ritmo, y llevar una vida más sana.

El punto final recae en la determinación de vuestra definición sobre esa palabra que aun no está inscrita en la RAE ni reconocida dentro del vocabulario oficial de la lengua española, Humanimal ¿qué te inspira a ti?. Para mí es la raíz que nunca deberíamos olvidar, porque en definitiva somos y seremos animales, con capacidad de raciocinio. El Humanimal hace tiempo que se posicionó contra un mundo que le dio la capacidad de crecer, desarrollarse y ser.

«Se puede juzgar el verdadero carácter de un humano por la forma en la que trata a sus compañeros animales», Paul McCartney.

«La ecuación de la vida animal y vegetal es un problema demasiado complicado de resolver para la inteligencia humana, y nunca podremos saber cuanta perturbación producimos en las armonías de la naturaleza cuando lanzamos la piedra más pequeña al océano de la vida orgánica»

«El hombre es en todas partes un agente perturbador. Dondequiera que planta sus pies, las armonías de la naturaleza se convierten en discordias»

George Perkins Marsh

«No hay ninguna diferencia fundamental entre los humanos y los animales en su capacidad de sentir placer y dolor, felicidad y miseria», Charles Darwin.

«Si no se respetan el reino animal y el vegetal tampoco la vida humana».

Luis Carlos Galán Sarmiento

«Los animales son confiables, están llenos de amor, son agradecidos y leales, normas difíciles de seguir para las personas», Alfred A. Montapert.

«La cebolla nos hace llorar. Pero aún no se ha inventado el vegetal que nos haga reír».

Frank Capra

«Los animales no son propiedades o cosas, sino organismos vivientes, sujetos a una vida, que merecen nuestra compasión, respeto, amistad y apoyo», Marc Bekoff.

«No dañe a ningún ser humano, animal, vegetal o mineral».

Thich Nhat Hanh

Marc Cosdán

Escritor